20 de julio de 2013

El misterioso X37B



Por Hugo Jara Goldenberg

La comunidad internacional está atenta a las evoluciones de una nave espacial norteamericana misteriosa que en estos momentos orbita sobre nuestras cabezas. Se trata de del X37B, un avión no tripulado muy parecido al Transbordador Espacial, aunque de menor tamaño. El  proyecto, clasificado como secreto de estado, está en manos del Departamento de Defensa de EEUU, y es operado  por la USAF (Fuerza Aérea de EEUU).
Aunque el X37B está bajo el control de los militares, su origen es civil. Como proyecto surgió a principio de los años 90 en las oficinas de la NASA, la cual buscaba construir una nave no tripulada que fuera capaz de maniobrar en el Espacio y regresar a la Tierra en forma totalmente automática, y que además pudiera realizar misiones de larga duración (varios meses).  El objetivo era disponer de un vehículo barato de operar, con el cual poder realizar investigación sobre nuevas tecnologías para aplicar a las futuras generaciones de naves espaciales y a un costo reducido, comparado con los desarrollos tradicionales. Otro uso potencial era emplear a esta aeronave espacial como vehículo de salvamento de la Estación Espacial Internacional (ISS), pero esta opción se descartó ya que es más barato utilizar para tal fin, a las veteranas y probadas naves rusas Soyuz.
La nave  X37B es lanzada  a su órbita en los cohetes Delta IV y Atlas V, y originalmente también se contemplaba llevarlas al Espacio en los ya jubilados Transbordares Espaciales, pero esta última opción fue descartada cuando ocurrió el accidente del Transbordador Espacial Columbia en febrero de 2003. Ya en el Espacio, en su amplia bodega se pueden realizar experimentos de diversa naturaleza y probar in-situ nuevos  sistemas aeroespaciales (mecánicos, estructurales, de control, de propulsión, de protección, de guía automática, aviónica, de software, etc), cuyos resultados se pueden estudiar con toda comodidad desde la Tierra, en tiempo real. Después de cumplida su misión, con duraciones que se pueden prolongar por varios meses, el X37B regresa a Tierra por sus propios medios y aterriza como un avión, pero como ya se señaló, lo hace de manera totalmente automática, es decir sin ningún control desde tierra. 

En manos del Pentágono
En el año 2004, el proyecto fue traspasado a la DARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa) dependiente del Pentágono,  en donde se fusionó con la iniciativa X-40 de la Fuera Aérea de EEUU, que estaba desarrollando una aeronave similar de menor tamaño. Al proyecto resultante se le denominó X37B, las primeras pruebas de vuelo atmosférico  se realizaron en el año 2006 y el primer lanzamiento al espacio ocurrió en el año 2010.
La apariencia del X37B es muy similar al de los Transbordadores Espaciales, pero de menor tamaño, aproximadamente una cuarta parte de éstos. Sus dimensiones son longitud de 8.9 m, envergadura de 4.5 m, altura de 2.9 m y una masa de 4990 kg. Con respecto a las condiciones de vuelo, alcanza una velocidad de 28.200 km/h, orbita a una altitud promedio de 400 km,  y la duración típica de cada misión es de 9 meses.
           Pero esta nave que, una vez en el Espacio, pareciera ser similar a un satélite, en realidad es muy diferente. De partida debemos recordar que los satélites son naves pasivas, en el sentido que son puestas en cierta órbita y permanecen en ella siguiendo obedientemente las Leyes de la Gravedad, siendo sus mecanismos de control (pequeños motores cohete) muy limitados y utilizados exclusivamente para hacer ligeros ajustes a las órbitas. Por otro lado, los delicados componentes de abordo sufren un rápido e inevitable deterioro debido a las extremas condiciones del espacio exterior, lo cual determina que los satélites posean una vida útil de pocos años. El X37B, en tanto, posee amplias capacidades para maniobrar en el espacio, cambiar de órbita a voluntad y por supuesto de volver a la Tierra en cualquier momento, y  una vez en casa puede ser sometido a una completa mantención que lo deja  preparado, y como nuevo, para futuras misiones.
 
El X37B en vuelo
           El primer vuelo operativo oficial, denominado OTV-1 (Orbital Test Vehicule), se llevó a cabo en el año 2010, despegando desde Cabo Cañaveral (Florida, USA), sobre un cohete Atlas V, el 21 de abril, y aterrizando, después de siete meses y medio (220 días) en el Espacio, el 3 de diciembre.
 
Después de un análisis exhaustivo  de este primer vuelo, las autoridades dieron luz verde para una segunda misión bautizada OTV-2,  que se inició el 5 de marzo de 2011, y se prolongó por más de 15 meses (469 días). Aterrizando el 16 de junio de 2012, superando este vuelo por mucho a la autonomía estándar de 9 meses determinada para estas misiones.
En tercer vuelo designado como OTV-3, aún se encuentra en desarrollo. La misión se inició el 25 de octubre de 2012 y al igual que las anteriores, está catalogada como confidencial.
Con respecto a lo que hay detrás de estas misiones, la Fuerza Aérea de EEUU se ha limitado a señalar que se trata de vuelos cuyo objetivo principal es probar nuevas tecnologías, y por su naturaleza militar no se entrega información sobre la  órbita de la nave. Sin embargo, las redes internacionales de astrónomos amateurs rápidamente identifican a cualquier vehículo que orbite en torno a la Tierra, y ya en el primer vuelo del año 2010, se determinaron los parámetros orbitales, que en aquella oportunidad eran de Inclinación: 39°59’24”; Perigeo-Apogeo: 401-422 km; Tiempo de órbita: 90 minutos.  La actual misión (OTV -3), posee parámetros muy parecidos y existe software que permite determinar en qué momentos es posible observar su paso desde la superficie de la Tierra.
Personalmente lo he visto cruzar los cielos muchas veces y al momento de escribir este artículo reviso que el siguiente paso visible en condiciones favorables sobre Concepción–Chile (36°46'40"S, 73°05'06"W),  será el 23 de julio de 2013 a las 18:23:48 (GMT-3), con una magnitud de 2.3. Visualmente se observará como todo satélite, es decir como un pequeño punto brillante que se desplazará lentamente en el cielo, en este caso con un rumbo desde el Suroeste (WSW) hacia el Noreste (ENE). A continuación se muestra la trayectoria sobre el terreno del paso del 23 de julio de 2013, la cual fue obtenida del sitio http://www.heavens-above.com

 
Uso militar
Aunque las autoridades norteamericanas insisten en el carácter científico del proyecto, las especiales características y capacidades del X37B  despiertan la suspicacia de sus principales potencias rivales, quienes miran con recelo a esta iniciativa y le atribuyen un uso militar, aventurando que se trata de una nave espacial espía y de guerra.
Después de todo no es difícil imaginar la preocupación de países como China y Rusia ya que el versátil X37B,  además de sus inocentes tareas de investigación científica, puede hacer cosas tan mortíferas como embarcar armas y atacar en despliegues rápidos cualquier punto de la superficie de la Tierra, y también  posee la capacidad de destruir satélites enemigos junto con proteger los propios o los de sus aliados.
En definitiva el X37B es la primera nave espacial de guerra totalmente operativa, y entendiéndolo así China ha señalado que con esto se ha iniciado una carrera armamentista, dando a entender que ellos, y se presume que también los rusos, están ya trabajando en tecnologías similares, incorporando desde ahora al Espacio, como una nueva dimensión en la que se desarrollarán las inevitables guerras del futuro.

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